Micción por sumisión

Es muy común recibir consultas acerca de perros que miccionan en presencia de sus dueños o en presencia de ciertas personas u otros animales.

Primero de todo, si tenemos este problema, se deberá acudir a nuestro veterinario para descartar posibles problemas veterinarios que puedan provocar esa conducta. Si tras el examen se descarta un origen fisiológico, pasaremos a tratarlo como un problema de comportamiento, aunque debemos aclarar que realmente no lo es, ya que la micción por sumisión es un comportamiento normal en las manadas de cánidos, que expresa exactamente eso, sumisión frente a otros de mayor rango social. Todas las especies de cánidos, utilizan esta parte del lenguaje canino, ya que en estas manadas, respetar las jerarquías es tan importante como que los demás entiendan que las respetas y por si hay dudas, la micción por sumisión, deja muy claro este aspecto. Lo que ocurre es que en nuestra sociedad, este comportamiento suele ser molesto o incomodo y nos interesa corregirlo, ya que si nuestro perro se orina dentro de casa por esta circunstancia con relativa facilidad o frecuencia, seguro que no nos apetece que la conducta continúe en el tiempo .micción por sumisión

Para poder abordar el problema, se deberá observar al animal para identificar de manera clara, cuales son los estímulos y situaciones que producen el comportamiento de micción. Observaremos con que miembros de la familia se produce la micción por sumisión, si solo se produce en determinados momentos, como en presencia de comida, juguetes etc, si se produce en presencia de otras mascotas, amigos o parientes, personas con indumentaria extraña, como uniformes. Cuando los tengamos debidamente identificados, crearemos un plan de acción, para evitar esos estímulos cuando el animal esté presente y premiaremos la no micción. Si una vez que hemos aislado todos esos estímulos, la micción por sumisión no se repite, esto nos indicará que hemos identificado todos y cada uno de ellos. Será el momento de empezar a introducir los estímulos de uno en uno y de manera escalonada, es decir desde el que menos produzca la conducta en adelante y lo haremos premiando la no micción.

Lo mejor cuando se presenta un problema de micción por sumisión y dado lo complejo que puede ser solucionar este tipo de problemas por manos inexpertas, es ponerse en manos de un profesional de su zona.