Cocker agresivo, Caliche

Cocker agresivo. Desde Fuerteventura nos llegó este Cocker agresivo, de nombre Caliche, cuando tenía 2 años y medio de edad.

Los dueños de Caliche nos llamaron desesperados como última oportunidad antes del sacrificio del animal.

Nos contaron que en la calle Caliche era un perro modélico y que nadie se creía que fuese agresivo y que mordiese a sus dueños. De hecho cuando llegó a nuestro centro, confirmaba esa apariencia apacible, sumisa y juguetona con desconocidos.

Dentro del matrimonio, el marido era el que tenía algo más de fe en que el caso de su perro se pudiese solucionar y la mujer estaba totalmente desesperada, sin ilusión y con mucho miedo ante las reacciones agresivas de Caliche.

Antes de nada, les hicimos unas preguntas relevantes, para intentar ver si pudiese ser un caso de distimia o síndrome de cólera del Cocker. la distimia se caracteriza por provocar ataques sin motivo, en estados de tranquilidad y calma y después del ataque regresa la calma. Esta enfermedad a día de hoy se considera de origen idiopático, ya que se desconoce su origen y por lo tanto no tiene ni cura ni tratamiento posible. La distimia puede aparecer en cualquier tipo de escenario y con cualquier persona, por lo que Caliche no era candidato a ella. Por otra parte la distimia aparece muy rara vez en  los Cocker y en los Boxer. Por ello, que un Cocker tenga mal carácter (algo habitual) no implica que padezca este síndrome.

cocker agresivo

Los principales problemas de Caliche se daban dentro de la casa con sus dos dueños. 

Siempre por posesiones, como la comida, calcetines que robaba, u otros objetos, además de cuando se le quería manipular como cepillado, acariciar… cuando a él no le apetecía. En esas situaciones, Caliche arremetía con violencia provocando dolorosas heridas. A quien mas veces mordió fue a su dueña.

Como Caliche solo daba problemas de comportamiento dentro de la casa y con el entorno de confianza, todo el tratamiento lo realizamos dentro de nuestra casa y en ciudad. Construimos una muy buena relación con este Cocker agresivo, para reproducir la confianza que en su casa le daba «derecho» a ser agresivo para reclamar sus posesiones.

En todo el mes que estuvo con nosotros reproducimos todas esas situaciones y trabajamos en contra de ellas con Caliche para ver si la conducta agresiva salía. Nunca lo hizo en todo el tiempo que estuvo con nosotros.

Trabajamos una obediencia de 10, con este Cocker agresivo, donde Caliche se encontraba muy agusto y juguetón con nosotros.

Sus dueños desconfiaban bastante respecto al regreso de Caliche a la isla, ya que si aquí no mostraba el comportamiento dudaban de que allí se portase bien.

Nosotros les explicamos que lo que hicimos fue instaurar hábitos de comportamiento sanos, que inhibían la agresión y reforzaban la confianza de Caliche en quien lo manejaba, no al revés que era lo que ocurría antes. Donde este Cocker agresivo reforzaba la confianza en sí mismo y tiranizaba a sus dueños.

Les explicamos una y otra vez las pautas que mantendrían la estabilidad de todo lo aprendido y ellos las reprodujeron con total éxito.

Han pasado unos cuantos meses desde que Caliche se fue a su casa y sus dueños están encantados, ya que como ellos dicen tienen un perro nuevo.