La confianza

Uno de los factores más importantes en la relación con nuestro perro, es la confianza que le aportemos.

Cuando le pedimos u ordenamos algo a nuestro perro, podemos pensar que tiene que hacerlo porque para eso es nuestro perro. En cambio, la realidad es que nuestro perro podrá decidir acatar lo ordenado o no, ya que tiene capacidad de decisión. Obviamente para que haga algo, primero tendremos que habérselo enseñado. Partiendo de la premisa de que nuestro amigo conoce la orden, que la acate y acepte, que la acate pero rápidamente la abandone, que la ignore o que decida poner tierra de por medio entre el y nosotros podrán ser algunas de las respuestas al comando.

Podremos pensar que todas ellas dependen exclusivamente del grado de adiestramiento del perro, de las veces que se haya entrenado la situación etc. y es verdad, pero solo en parte, ya que hay una pieza fundamental en la relación perro-guía, que pocos propietarios tienen en cuenta e incluso muchos competidores de disciplinas deportivas no lo valoran adecuadamente. Esta pieza es la confianza transmitida por el guía.

Podremos entrenar una situación o ejercicio tantas veces como queramos, pero si el grado de la confianza no es adecuado, nunca podrá salir perfecto, ya que un perro que no confía al 100% no se entrega de la misma forma a la realización de ningún ejercicio, ya que su instinto de supervivencia estará trabajando por demás.

Salir perfecto significa que el ejercicio en si será ejecutado con perfección en la parte técnica y que la actitud del perro será en todo momento de atención y concentración, pero disfrutando del momento y del ejercicio ya que confiará en su guía y deseará colaborar con el.

Todo el mundo ha oído hablar de la importancia del vínculo entre perro y guía, pero debemos entender la estrecha relación entre el vínculo y la confianza.

Por supuesto que la confianza, no se compra, sino que se gana.

la confianza

¿Cómo se gana la confianza de nuestro perro?

La respuesta es sencilla y complicada a la vez. Primero tendremos que pasar mucho tiempo con nuestro perro, para poder interactuar y vivir multitud de situaciones juntos.

Segundo, tendremos que esforzarnos mucho por enseñarle que todas las situaciones a las que le pedimos que se enfrente, son divertidas, placenteras y seguras.

Tercero, le haremos comprender que las situaciones o los ejercicios pueden transcurrir en terrenos de todo tipo, desde estables en tierra firme, estables a diversas alturas o inestables como en lanchas, balancines etc.

Trabajando estos factores, obtendremos perros deseosos de interactuar con nosotros, seguros de que su guía es una referencia segura a seguir y con la que cooperar y tendremos además perros con mayor solidez, que no se bloquearán ante una situación nueva o por encontrarse en un medio inestable o móvil.

¿Qué ejercicios podemos hacer para ganar confianza?

La variedad de ejercicios posibles para ganar la confianza de nuestro perro, es sencillamente infinita, pero tendremos que tener en cuenta que estos tendrán que estar adaptados a la edad, raza y tamaño del perro y al grado de confianza en el momento de iniciarlos, debiendo comenzar por ejercicios sencillos, para ir aumentando el grado poco a poco.

1.- Ejercicios de tumbado a la orden, donde el perro se queda en posición de tumbado en diferentes escenarios y el guía desaparece de la vista por intervalos variables de tiempo, aumentan la confianza, ya que el perro concluye que su guía o dueño, siempre vuelve a recogerlo.

2.- Ejercicios de estabilidad, como pasear o permanecer en tablones elevados del suelo, balancines, otros animales como caballos, aumentan la confianza, ya que el perro sabrá que su guía nunca le expone a situaciones que sean peligrosas.

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3.- Ejercicios de transporte, acarrear al perro en la espalda (si es posible), descolgarlo de diferentes alturas con arnés, transportarlo en una carretilla, carrito u otro medio, serán fundamentales para la confianza entre perro y guía.

Como ejemplo el ejercicio de la carretilla, se emplea en los programas de selección del Pastor Holandes, por la policía holandesa.

Además de estas variedades de ejercicios podremos idear tantas como se nos ocurran, pero siempre primando la seguridad de nuestro animal, para que no se lastime.