Mi perro me ataca

Mi perro me ataca. Pocas cosas pueden ser más desesperantes que tu perro te ataque. Especialmente en el caso de los perros, con los que se crea una relación afectiva muy fuerte. En el Centro Canino Roblezal, somos especialistas en solucionar este tipo de problemas.

Mi perro me ataca, ¿por qué?

Los dos motivos principales son la dominancia y la posesividad. Son dos aspectos que están muy relacionados el uno con el otro. Si nos fijamos en el número de agresiones hacia personas, el resultado es esclarecedor. Más del 95% de los ataques de perros a personas se producen dentro del círculo familiar. Y por lo general las agresiones suelen ser dentro de la casa.

Mirando esto desde el punto de vista del perro, como cánido que es, es más fácil de comprender.

Casi siempre cuando un perro ataca a una persona de su familia, lo hace porque quiere corregir un comportamiento. Es decir, la persona ha hecho algo que el perro no quiere que vuelva a hacer. Al menos en esas condiciones o sin su permiso expreso. Así de simple. Actúa del mismo modo que lo haría con otro perro al que considerase inferior o subordinado. Por tanto, si mi perro me ataca, lo más probable es que me considere subordinado suyo.

Esto excluye, por supuesto, a los perros que atacan por miedo o desconfianza o por alguna patología.

Estas pueden ser algunas de las situaciones más comunes:

-Pasar a su lado cuando está tumbado, en el pasillo, por ejemplo.
-Querer bajarlo del sofá.
-Intentar coger uno de sus juguetes.
-Acercarse o tocar su comida.
-Por mirarlo a los ojos demasiado tiempo.
-Al tratar de salir de casa sin su permiso.
-Cuando se trata de corregir su comportamiento.
-Al intentar entrar en una estancia donde haya entrado él primero.
-Por tratar de coger algún objeto que esté a su lado.

mi perro me ataca

En definitiva la lista de posibles desencadenantes es casi ilimitada. Debemos entender que dentro de la agresividad posesiva, las posibilidades son innumerables. Cualquier objeto, cosa, ser vivo, estancia o territorio, podrá ser considerado un recurso a proteger. Por ellos es muy importante averiguar cuales de estas situaciones desencadenan la agresividad en cada individuo. Normalmente no hay un solo detonante, sino varios.

Por su parte, la agresividad por dominancia es igualmente muy ámplia. El perro puede tratar de controlar comportamientos, actitudes, movimientos y todo tipo de decisiones. Si el perro considera que está muy por encima de nosotros, podrá intentar controlar todo lo que hagamos cuando estemos con él.


Si su perro le ataca, le recomendamos que se ponga en manos de un especialista en la agresividad canina.